El césped sintético es un material sintético creado para imitar el aspecto y la función del césped natural. Normalmente, el pasto sintético se compone de fibras sintéticas como el polietileno, el polipropileno y el nailon, que se insertan o tejen sobre un material de soporte.  La historia del grass sintético se remonta a mediados del siglo XX, cuando se utilizó por primera vez en campos deportivos para sustituir a la hierba natural.

El Astrodome de Houston fue el primer estadio en instalar pasto sintético en 1966, pero el diseño inicial presentaba fibras cortas de nailon que eran propensas a apelmazarse y ofrecían escasa absorción de impactos.

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Sin embargo, los avances en materiales y tecnología han permitido desarrollar fibras más largas y suaves con mejores características de rendimiento, lo que ha dado lugar a un césped sintético muy parecido al natural. Hay numerosas opciones disponibles en diferentes tonos de verde y longitudes para conseguir un aspecto realista. Además, el pasto sintético es muy duradero y puede soportar un tráfico peatonal intenso, lo que lo convierte en una opción popular para zonas de mucho uso. Hoy en día, el césped sintético se utiliza ampliamente en aplicaciones deportivas y recreativas, así como en paisajismo comercial y residencial.